Una escuela de Silicon Valley (cuna de la informática) rechaza el uso de las nuevas tecnologías ya que su objetivo es cultivar la inteligencia emocional y social de los niños y conectarlos con la naturaleza.
Antes de pensar en una calculadora, en las clases de matemáticas se apela a métodos más tradicionales para ver los números con cariño: se canta, se aplaude, se baila, se juega, indican voceros de la escuela.
"No queremos que los alumnos dependan de las máquinas. Si la luz se va o si el café se riega en la computadora, el trabajo no se frenará porque ellos entienden lo que están haciendo antes de que la computadora lo haga por ellos", le dijo a BBC Mundo, Patrice Maynard, encargada de desarrollo en la Asociación de Escuelas Waldorf de América del Norte.
Fuente: La Nacion
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