El hombre, desde que adquirió la capacidad de razonar, ha tenido la inquietud de conocerse y ubicarse en el Universo, y se ha hecho preguntas acerca de su origen, naturaleza y fin. Esto le ha permitido formarse conceptos de sí mismo y del mundo que lo rodea, conceptos que a su vez han determinado su actitud frente a la vida.
El mundo de hoy, tanto en lo personal como en lo profesional, requiere un profundo conocimiento de la realidad y de las características propias de cada persona, que invierte esfuerzo, tiempo y dinero en adquirir conocimientos. Hemos aprendido que para tomar decisiones, detectar oportunidades, y en general para cualquier acción, cuanto mayor sea nuestro bagaje de información, más certeros serán nuestros movimientos.
Todos estamos “mirando hacia fuera” ávidamente: tenemos puestos los cinco sentidos, procesamos, elaboramos la información del medio, intentando “controlar” el proceso.
Absorbidos por lo externo, solemos perder de vista al otro participante, el sujeto de la acción, es decir, nosotros mismos, el piloto que deberá conducir y ejecutar lo proyectado.
Podemos conocer desde nosotros mismos y desde cada uno, siempre y cuando conozcamos más acerca de cómo nos desenvolvemos, cuales son nuestras potencialidadedes por desarrollar y cuales, nuestra limitaciones.
A partir de aquí podremos construir estrategias basándonos en las ventajas que cada uno tiene como ser humano único. Podremos clarificar objetivos y concretarlos con éxito, tener un sólido "gerenciamiento personal".
¿Qué es lo que orienta nuestra capacidad, nuestra inteligencia, nuestra energía, nuestras expectativas para aprovechar lo mejor de nosotros mismos? Nuestra condición de individuos irrepetibles dota a cada uno de nosotros de fortalezas específicas; sólo es necesario descubrirlas y orientarlas para que podamos desplegar lo mejor de nosotros mismos y así poder compartirlo con el resto del mundo, ubicándonos como uno más dentro de un gran grupo de “individuos” vinculados entre si, formando “comunidades virtuales”
El mayor freno que existe al desarrollo de comunidades es la dificultad de organización interna de las mismas. En muchos casos, se pierde demasiado tiempo creando la estructura de la comunidad, con lo que se llega a perder el verdadero sentido de la misma, confundiendo la estructura con el ser del grupo. Nadie sabe exactamente qué forma tiene la red, y por más que permanentemente se la patrulla y se la fotografía, se la ausculta y se la mide, sus contornos son borrosos y sus centros son difícilmente localizables y discernibles.
No nos olvidemos de lo emocional.!!!
El argumento que sostiene la relevancia de lo emocional, gira en torno a la relación que resulta entre: sentimientos, carácter, pensamientos, percepciones, instintos, etc., todos ellos relacionados con capacidades emocionales subyacentes. En ámbitos laborales, en la actualidad se adjudica un valor significativo, como requisito para lograr el éxito en el trabajo; pues se considera que las emociones negativas suponen para la salud física un riesgo tan grande como por ej. el hábito de fumar; siendo entonces que "el equilibrio emocional" ayuda a proteger nuestra salud y bienestar.
Debemos ser capaces de abordar con conocimientos integrando ciertos sentimientos a las situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana, muchas veces estas situaciones pueden ser resueltas en formas de negociación, mediación; mostrando que existen otras maneras de mediar y dejando una enseñanza al respecto.